Escrito por:
Cristian Gómez Valderrama
Comunicador social - Periodista.
La creatividad es el principal motor de la innovación y es un importante factor para la resiliencia. Toda organización o institución educativa necesita tener un equipo capaz de poner a disposición todas sus capacidades para crear soluciones, proyectos o iniciativas que los impulsen al éxito.
Pero para fomentar la creatividad en las personas no necesariamente se debe acudir a las capacitaciones, pero sí es importante que la organización o la institución educativa tome la iniciativa de implementar espacios que incentiven esta capacidad en los equipos.
Fomenta una cultura de trabajo que motive la originalidad
Por otra parte, es más productivo motivar a las personas a ser únicas y pensar más allá de lo común. Para lograr esto es importante crear una cultura que fomente la originalidad. Un ejercicio que puedes probar para eso es: hacer que todos escriban de forma anónima algo que les guste pero que no sean capaz de admitir ante el grupo. Luego comparte las respuestas, manteniendo el anonimato, mientras compartes cada respuesta, pídales a todos que tomen dos minutos para imaginar que si les gusta lo mismo y planeen una forma de incorporarlo al espacio de trabajo. La actividad se puede realizar sobre temas diferentes, es útil para generar ideas que rompan esquemas.
Este ejercicio tiene tres beneficios:
Fortalece el sesgo subjetivo, esta es una fuerza creativa, si quieres motivar la innovación los líderes no eliminan las orientaciones contrarias, las diversifican y lo hacen transparente.
Estimula a los equipos a apreciar activamente la inconformidad.
Permite valorar las diferencias, es fundamental que todos puedan mirar más allá; criticar, reírnos o racionalizar las diferencias y los valores atípicos.
Incentívalos a suprimir los miedos y las esperanzas
Generalmente para conocer ideas nuevas en las organizaciones e instituciones educativas se realizan una lluvia de ideas con el equipo de trabajo, todos se reúnen, anotan en un tablero y comparten sus soluciones a los posibles desafíos u oportunidades. Sin embargo, cuando las personas empiezan a pensar en esos desafíos y oportunidades activan sus miedos y esperanzas, esto restringe la creatividad, ya que se enfocan en soluciones aceptables ignorando la probabilidad de crear grandes ideas.
Una forma de evitar esta situación es hacer que las personas supriman activamente sus esperanzas y temores. Para esto puedes motivar a tu equipo a pensar en una nueva competencia para la organización o institución educativa, puede ser otra organización que surja en el futuro o un nuevo colegio que se establezca en la región. Luego pídeles que identifiquen una característica altamente distinta del competidor. Ahora motívalos a que ellos sean ese competidor y piensen: ¿qué les permite hacer su característica innovadora en el sector? Es importante que los motives a pensar a largo plazo.
A diferencia de la lluvia de ideas, este ejercicio activa regiones motoras en el cerebro que no son lógicas y en su mayoría no conscientes, por eso algunas de tus soluciones más importantes aparecen de la nada. Cuanto más practique este ejercicio, más revelaciones experimentará su equipo que ayuden a abordar los problemas y oportunidades actuales que no estaban considerando conscientemente.
Toma decisiones
Luego de generar ideas originales y fuera de lo común es momento de tomar decisiones, este proceso de seleccionar, fortalecer y trabajar en la soluciones. Este paso es denominado convergencia, aquí el equipo perfecciona y enfoca las opciones para avanzar con un conjunto estratégico de soluciones tangibles.
La convergencia también es una oportunidad para fomentar la creatividad. En este paso el cambio de perspectivas lleva a las personas a una nueva comprensión compartida de las opciones y lo que está por venir. Al tomar decisiones, el equipo se compromete con una visión colectiva de lo que podría ser la solución, esto permite que las personas se sientan optimistas, unidas y con un propósito.
Selecciona ideas
Pero debes tener en cuenta que al momento de seleccionar las mejores ideas no eliminen las menos factibles a través de técnicas lógicas como el pensamiento crítico y convergente. Es importante reducir cualquier sesgo del que hayan logrado escapar durante la lluvia de ideas ya que puede acabar con las creaciones más prometedoras. Esas creaciones nuevas, estarán menos desarrolladas que las viejas oportunidades y por lo tanto, a menudo el equipo las descarta como poco prácticas. Lo que estas ideas necesitan es un mayor desarrollo.
Un enfoque más efectivo es usar un proceso de dos pasos para seleccionar las ideas:
Toma cada una de las opciones imaginadas por tu equipo y clasifícalas en esta escala: las opciones clasificadas en la parte inferior son las que tienen menos potencial creativo e innovador. Las opciones intermedias tienen un potencial de innovación moderado, pero una creatividad alta. Las opciones en la parte superior son de creatividad moderada, pero tienen un alto potencial de innovación.
Evalúa el entorno operativo, piensa: ¿es factible, viable y deseable? Clasifica estos tres aspectos de 1 a 10. En entornos estables y determinados, es menos probable que las opciones altamente creativas funcionen y en entornos inestables e inciertos, las opciones menos creativas están condenadas al fracaso, por lo que la propuesta de valor radica en apostar a largo plazo.
¡Tanto fomentar las creación de grandes ideas como gestionar y trabajar las mejores es un proceso que necesita de un esfuerzo por parte de los líderes!
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