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La ciencia detrás de la creatividad: descubriendo el misterio


Escrito por Carolina López 


(Recuerda que puedes activar los subtítulos en español)


¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene la chispa creativa que enciende grandes ideas? ¿Es un don innato o una habilidad que podemos desarrollar? ¿Por qué algunas personas parecen tenerla en abundancia mientras que otras luchan por encontrarla? La creatividad ha sido un enigma para la humanidad durante siglos, que parece surgir de un lugar misterioso dentro de nosotros. Sin embargo, la ciencia nos ofrece respuestas intrigantes, pues estudiar el cerebro permite entender de dónde viene y cómo fomentar nuevas conexiones entre la expresión creativa y la mente. 


¿la creatividad es solo un momento

de inspiración o un proceso complejo y

multifacético que todos podemos cultivar?


Desde la psicología, según Mark A. Runco, PhD, director de investigación y programación de la creatividad en la Universidad del Sur de Oregón, la creatividad se define como la capacidad de generar ideas originales y efectivas, involucrando diversas áreas del cerebro y combinando elementos de pensamiento divergente y convergente. El pensamiento divergente nos permite explorar múltiples soluciones posibles a un problema, mientras que el pensamiento convergente se enfoca en encontrar la mejor solución entre las opciones disponibles. 


Investigaciones han demostrado que factores como la apertura a nuevas experiencias, la tolerancia a la ambigüedad y la capacidad de conectar conceptos dispares son fundamentales para fomentar la creatividad. Además, el entorno y las experiencias personales juegan un papel crucial en el desarrollo de esta habilidad


Otros estudios han revelado que la creatividad puede considerarse un rasgo, ya que algunas personas son naturalmente más creativas que otras. Los individuos creativos son más propensos a poseer el rasgo de personalidad de la apertura a nuevas experiencias. Como explica Anna Abraham, PhD, profesora E. Paul Torrance y directora del Centro Torrance para la Creatividad y el Desarrollo del Talento de la Universidad de Georgia, las personas creativas tienen el tipo de curiosidad que los lleva a aprender cosas nuevas y experimentar el mundo de maneras innovadoras.


La neurociencia, por su parte, ofrece una visión aún más profunda de cómo funciona la creatividad en el cerebro. Define la creatividad como un rasgo humano innato gracias a la flexibilidad en el cerebro que nos da la capacidad de adaptarnos, aprender y ver múltiples soluciones a un problema. Estudios de imágenes cerebrales han revelado que la creatividad no se limita a una sola área del cerebro, sino que es el resultado de una red compleja de interacciones entre diferentes regiones. El lóbulo frontal, asociado con funciones como la planificación y la toma de decisiones, juega un papel clave. Sin embargo, áreas más primitivas del cerebro, como el sistema límbico, también son importantes, ya que están involucradas en la regulación de emociones y la formación de recuerdos. Esta interacción dinámica permite a las personas combinar información y experiencias, llevando a la creación de ideas innovadoras. 

Aunque algunas personas tienen

una propensión natural a la creatividad,

debido a la plasticidad del cerebro,

la creatividad se puede aprender.


Otras áreas de la ciencia sostienen que la creatividad es tanto el resultado de la genética como de la experiencia. Es decir, que todos tenemos el potencial de volvernos más creativos gracias a nuestras vivencias, la educación que recibimos o las oportunidades que aprovechamos, independientemente de nuestras predisposiciones innatas. 


El entorno, la práctica constante

y la exposición a diferentes estímulos

juegan un papel crucial en el

desarrollo de esta habilidad.


Un lugar que fomenta la curiosidad, la experimentación y la aceptación del error puede potenciar nuestra capacidad creativa. Las experiencias diversas, como viajar, aprender nuevos idiomas o interactuar con personas de diferentes culturas, amplían nuestros horizontes mentales y nos proporcionan una gran fuente de inspiración. La práctica constante y la perseverancia también son esenciales; la creatividad no es solo cuestión de una idea momentánea, sino de un esfuerzo continuo y dedicado para mejorar las ideas.


Al comprender las diferentes teorías científicas detrás de la creatividad, podemos desmitificar este fenómeno y aprender a aprovechar nuestro potencial creativo, transformando las ideas en realidad. La creatividad no es un don reservado para unos pocos afortunados, es una capacidad inherente a todos nosotros, esperando ser descubierta y cultivada. Requiere tiempo y esfuerzo, porque no es algo que surge por arte de magia, pero que puede desarrollarse con la práctica, la apertura a la experiencia, la inteligencia y, lo más importante, el tiempo dedicado a retos creativos. 


"Tómate un tiempo para ti,

descubre las condiciones que

favorecen tu creatividad y reconoce

que necesitas seguir esforzándote.

No alcanzarás tus metas si no lo intentas",

Anna Abraham,

PHD, psicóloga y neurocientífica. 


Referencias

La ciencia detrás de la creatividad: descubriendo el misterio






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